Autor: Felicitas Vogt (Publicado en: Derecho a la infancia, un derecho humano)
Traducción: Ana Maria Rauh
Las ideas para la educación y sobre todo, para la prevención de las drogas, pueden ser desarrolladas únicamente en relación con las condiciones sociales, bajo las cuales los niños y los jóvenes están viviendo en la actualidad.
No es un dato nuevo, que estamos viviendo en una época plena de amenazas: catástrofes ecológicas, guerras, violencia, tiempos con un compás cada vez mas vertiginoso, una frialdad social creciente en lo inter-humano. Esas amenazas hallan su expresión en los titulares diarios de las noticias. A menudo, sin que nos demos cuenta, se esta generando un sentimiento de vida cambiado en la vivencia del hombre moderno. Estamos viviendo en un estado de permanente sobre exigencia, tenemos la sensación de no poder cumplir con nuestras obligaciones y nuestros deberes y cometidos, o de dejar escapar, perder algo. La presión de la expectativa en el mundo laboral, así como en el de la educación, la presión de la expectativa frente a nosotros mismos va creciendo hacia lo inconmensurable. Lo que allí se nos pierde es el tiempo del ocio, del tomar conciencia, tiempo de encontrarnos con nosotros mismos –a modo de fuente interior para recuperar fuerzas.
Sobre todo, la educación de nuestros hijos es objeto de creciente preocupación. Es así, que los libros que en los años han encontrado muchos lectores, ya en sus títulos son testimonio suficiente, de que urge descubrir que es lo que necesitan nuestros niños, para madurar en pos de seres humanos optimistas.
LA FALTA DE TIEMPO
Es un hecho, que las condiciones de vida de los niños han experimentado un cambio dramático en las ultimas décadas. Con todo ello, las necesidades básicas de la niñez siguen siendo las mismas: los ninos quieren vivenciar el amparo, quieren ser tomados en cuenta, quieren ser capaces, quieren aprender, quieren comprender al mundo y conquistarlo, quieren ser amados. Necesitan el tiempo dedicado a la intimidad con las personas de su entorno, ya sea en la familia, en el jardín de infantes, o mas tarde, en el contexto escolar. Necesitan ser escuchados, necesitan el movimiento, necesitan tiempo para el desarrollo de su fantasioso, para jugar, tiempo para encuentros que aportan envoltura y sostén anímico. Muchos niños y jóvenes padecen a causa de esa “perdida de tiempo”, se quiebran frente a un mundo sincronizado matemáticamente, que los priva de calor social.
BÚSQUEDA DE SÍ MISMO
El presente esta marcado por una fuerte añoranza de vivencia de sí mismo. No hubo antes, tal búsqueda de la propia identidad, de la auto-realización en la dimensión hoy existente. Las comunidades sociales ofrecían al individuo en épocas pasadas una identificación sobre entendida. Cada miembro se sentía portado y representado por su comunidad, ya sea su pueblo, su tribu, su familia, su liga profesional. Esas formas de vida sociales, por un lado brindaban seguridad para el futuro, el sentirse portado por los demás. Esa seguridad social no conocía una libertad individual alguna, era imposible, moverse fuera de ese orden, sin perderlo.
En el curso de nuestro siglo, esas formas sociales de vida se fueron disolviendo mas y más. Hasta el circulo familiar en la actualidad nos lleva mas allá de la infancia. Comunidades sociales, tradiciones, normas asumidas se desmoronan. Cada individuo tiene que crearse su propia estructura de referencia.
La consecuencia de ese desarrollo, sobre todo en las naciones industrializadas de occidente, son las vivencias de vació interior y de soledad, que aumentan, en medida en que disminuyen las normas y las formas sociales portantes. El hombre depende de sí mismo en medida cada vez mayor, lo cual a su vez es su deseo. El mismo es únicamente quien determina acerca de sí mismo: una situación de libertad como de esta forma jamas ha sido desafiada por la humanidad. A su vez, muchos tratan de huir de la misma, ya sea, mediante dependencia de otras personas, mediante determinadas vivencias, o, a través de sustancias especiales. Al finalizar aquí empero, la búsqueda de la identidad propia, no tiene lugar la autodeterminación, sino la determinación por otros.
Pero no solamente la creciente falta de referencia exterior, el abismo existente hacia el prójimo y hacia la comunidad caracterizan la situación, sino también la creciente perdida de referencia hacia sí mismo, en todos esenciales campos de la vida y de las experiencias.
LAS ENAJENACIONES HOY
Lo que para nosotros como adultos y educadores ya no es natural y evidente tampoco es dado incuestionado en el campo educativo de nuestros niños. A estas “evidencias” faltantes le corresponden los cuatro enajenamientos bajo los cuales padecemos todos, pero, sobre todo, nuestros niños y que tendremos que tomar en cuenta en medida cada vez mayor en nuestros procesos de educación.
PERDIDA DE LA RELACION HACIA NUESTRO PROPIO CUERPO
Con frecuencia cada vez mayor nos encontramos con niños que nos demuestran, que algo de su cuerpo quisiera salir a los gritos. Se puede tener la impresión, de que nuestros niños están metidos dentro de envolturas incomodas y dentro de una incomoda vestimenta. El niño se vivencia constreñido y estrechado dentro de su propio cuerpo. Se siente incomodo, por haber dormido lo suficiente, por estar mal alimentado, por estar vestido con materiales desagradables, por moverse poco y por haber mirado demasiada televisión. Y los adultos aguardan, que ese niño se comporte afectuosa y obedientemente.
¿Qué sucede, cuando un niño se siente incomodo dentro de su propio cuerpo? ¿Notamos por ejemplo, que tiene manos y pies fríos, una falta de circulación sanguínea en la piel? Cuando el cuerpo se enfría a causa de la falta de “envolturas” tanto físicas como sociales y se torna insensible, no puede ser posesionado de manera saludable como instrumento de la expresión anímica. La consecuencia son niños inquietos, nerviosos y agresivos. Quien para los niños pequeños en los primeros años conecta la “abuela” electrónica( TV y /o computadora), desconecta al niño y al mundo. Es expuesto en cambio a un mundo artificial, que se basa en una ilusión, y que a la fuerza genera pasividad. Por naturaleza empero, el niño esta dispuesto al movimiento, y la televisión paraliza el impulso físico del movimiento. De esta manera el niño sufre un enajenamiento de sí mismo. Cuando los niños no pueden ejercer su natural impulso de movimiento, cuando en medida excesiva son trasladados por el automóvil en lugar de poder movilizarse por si mismos, cuando se les priva del esfuerzo de poder erguirse y del caminar, cuando no pueden experimentar con todos sus sentidos el mundo “autentico”, y en cambio se les trasmite un mundo ilusorio a través de la televisión, cuando ya no pueden tomar contacto con los elementos naturales de la tierra, el agua, el aire y el fuego porque para ello ya no existe un espacio de experiencia, cuando a causa de las vacunas preventivas ya no pueden ser “ sudadas” las enfermedades infantiles, de modo, que puedan salir fortalecidos y mas sanos de cada enfermedad pasada, entonces, les quitamos a los niños la confianza en su propio cuerpo físico y el espacio que lo rodea. Este es el primero y más grave enajenamiento para el niño: la separación del propio cuerpo físico.
PERDIDA DE LA RELACION HACIA EL TIEMPO Y EL RITMO
Un segundo enajenamiento esta dado en el olvido de aquello, que conforman los ritmos de la vida. De la conciencia de las personas educadoras desaparece en medida cada vez mayor, cuan importante es por ejemplo para el desarrollo infantil el ritmo diario. En muchas familias ya no existe siquiera una comida diaria compartida. La alimentación del “fast food” (comida rápida), el veloz menú del freezer y del micro-ondas, sigue su avance. La comida compartida, por ejemplo, con una oración antes de comenzar, con la espera hasta que todos hayan tomado asiento y haber llegado al recogimiento para comenzar juntos a comer, es tomado como “no-moderno”. Muy poco se practica ya, la experiencia de la mañana y el atardecer de tomarse el tiempo para comenzar y finalizar el día con los niños, es considerado imposible dentro del trajín cotidiano; el embate de los compromisos aplana por completo los ritmos diarios. Se pierde asimismo, cada vez mas, el ritmo anual, con sus festividades. En los escaparates ya en septiembre se exhiben las masitas navideñas y en febrero, los huevos de pascua! Un numero cada vez menor, vivencia el clima de la época de preparación, el advenimiento, de la celebración y de la re-sonancia de una fiesta. Desaparecen de la vida cotidiana, las ceremonias y los rituales, en los cuales los padres se toman su tiempo, están presentes con devoción, ocio y paciencia, vivenciando en compañía de los hijos épocas en las cuales los niños se sienten portados y resguardados dentro de ese amor dedicado.
El ritmo le otorga sostén interior a nuestros niños y les brinda orientación, vigorizando su desarrollo físico. Los niños aman la repetición. Al ser conformado, por ejemplo, rítmicamente la vida cotidiana del niño, de modo tal que las mañanas transcurren siempre con el mismo ritmo/ ritual: una enseñanza rítmicamente articulada, por la tarde, en el hogar otro ritmo habitual, el niño aprenderá a respirar físicamente y anímicamente dentro de estos ritmos de vida; a ello corresponde a su vez, participación y vivencia de los ritmos de la naturaleza.
PERDIDA DE LA RELACION HACIA LAS FUERZAS ANIMICAS
Una tercera, frecuente enajenación la experimenta el niño en la relación hacia sus propias fuerzas anímicas y las fuerzas anímicas de las personas que lo rodean. Las amistades generadoras de conflicto y las que resuelven esos conflictos se reducen a un mínimo, a causa de un consumo mediático carcomedor. Se produce un enfriamiento anímico, a causa de que no son los mismos niños los que conquistan al mundo, sino, que el mundo es conquistado para ellos, por el hecho de que son tan solo espectadores pasivos de resultados que en realidad tienen y quieren experimentar ellos mismos. Las consecuencias de ese proceso de enfriamiento aparecen, a mas tardar, en la edad juvenil, si hasta ese entonces no han sido experimentado relaciones anímicas portantes. En cuanto peligro pueden estar los jóvenes cuando no han tenido esa experiencia propia en amistades vividas, esto surge de una consulta realizada en USA entre los candidatos suicidas menores de 18 años, que han interrumpido la idea del suicidio y ellos son medio millón de jóvenes al año: se les pregunto, cual ha sido el motivo de interrupción. En la mayoría de los casos contestaron: el recuerdo de aquellas personas hacia los cuales sienten una relación profunda.
Cuando desaparecen los reales encuentros interhumanos, la vida pierde su sentido. Ausencia de compromiso, relativismo, discrecionalidad que llega hasta el hastío mismo frente a la vida, son las consecuencias. Es así, que hace poco una empresa de computadoras lanzo una propaganda, con la imagen de jóvenes que discuten y, evidentemente no pueden resolver el conflicto. Sugestivamente, aparece luego una pantalla de computadora, esta conectada a Internet: una estudiante, evidentemente feliz, de unos 15 años, esta charlando con amigos. Aparece una voz sugestiva: “¡Basta de conflictos! ¡Busca tus propios amigos!”
PERDIDA DE LA RELACION HACIA SÍ MISMO
El cuarto enajenamiento es la consecuencia de los tres recién comentados: al alterarse la confianza en el espacio de vida, en los ritmos de la vida, en las relaciones anímicas hacia los demás seres humanos, no puede ser edificada la relación hacia uno mismo. Ali, donde ya no existe ese contacto a sí mismo, el hombre se torna manipulable y accesible a intervenciones de poder desde afuera. Los niños y los jóvenes vivencian este hallarse apartado de ideales y de encuentros establecedores de sentido con otras personas, sobre todo, por el hecho de que raras veces reciben el ejemplo de vidas con orientación espiritual.
Resumiendo, podemos constatar, que las perdidas de relaciones descriptas, se encuentran en total oposición a las fuerzas existenciales infantiles: un niño dispone de confiadas FUERZAS DE ENTREGA. Con toda su necesidad de ayuda puede confiarse incondicionalmente al mundo que lo rodea. Nunca mas podremos entregarnos tan incondicionalmente –olvidando TIEMPO y ESPACIO – a una actividad como el niño que esta jugando. Por su naturaleza, y cuando no los interrumpimos o molestamos en su desarrollo natural, los niños son VERACES, porque aun se encuentran en total armonía consigo mismo.
Cuando esas “Envolturas de la relación” son destruidas ya a temprana edad, esto tendrá consecuencias para la época posterior de la vida. Mediante el consumo de drogas se intenta recuperar vivencias que no han sido experimentadas en la infancia: confianza en la vida, en el tiempo, en las demás personas, calidez en las relaciones, y alegría de vivir.
EL ESCAPE AL MUNDO DE LAS DROGAS
En el mundo de nuestros niños y jóvenes, la oferta omnipresente de la droga, juega un rol cada vez mas fuerte. Los drogadictos mismos nos revelan, en que consiste esa atracción. Consultados por el motivo de su consumo, a menudo hablan de vivencias ansiadas, que pueden ser articuladas en cuatro ámbitos:
- El ámbito de un referente de realidad, intensivo y pleno
- El ámbito de la calidez, del bienestar, del sentirse aceptado y las relaciones claras, sin ocultamientos.
- El ámbito de la actividad propia con un sentido, con una seguridad y la comprensión del motivo de la propia vida.
- El ámbito de la experiencia religiosa, la dimensión espiritual de la existencia.
Lo característico de estos cuatro ámbitos es, que las vivencias obtenidas a través del consumo de drogas se basan sobre ilusiones, dado que se generan a través de una sustancia activa desde afuera y no son producidas mediante el esfuerzo propio.
En su manera de actuar, las drogas pueden ser divididas en tres grandes grupos:
- Las drogas que actúan prevalecientemente en el AMBITO MENTAL, pertenecen al grupo de las ANFETAMINAS. Aquí, la mas conocida es la cocaína. La manera de actuar de estas sustancias es vivenciado como activación de los pensamientos, estimulación de pensamientos, que puede llegar hasta la explosión.
- Las drogas que afectan prevalecientemente la función de los ORGANOS RITMICOS (Corazón, pulmón) son los ALUCINOGENOS, LSD y HASCHISCH, que son los mas conocidos. Se vivencia una activación y un estimulo, sobre todo, de la vida de los sentimientos, una cálida unión con las demás personas y el mundo se simula. Uno se siente amalgamado, fusionado con el mundo exterior.
- Las drogas que prevalecientemente actúan sobre el METABOLISMO y la MOTRICIDAD, pertenecen al grupo de los compuestos del OPIO. Uno de sus representantes mas conocidos es la heroína. Se vivencia una actividad volitiva acrecentada, que ocasiona fortísimas ilusiones.
En la charla con los jóvenes, estos, una y otra vez han formulado la pregunta: ¿Por qué no hemos de tomar drogas? Antiguamente han sido usadas también por las personas y sentían gratitud por sus efectos. Si, las drogas a menudo eran componentes de los rituales religiosos.”
De hecho, en todas las épocas se han consumido drogas. la intención, el efecto y el entorno empero, se diferencian fundamentalmente de la actualidad. En tiempos pasados, se han usado las drogas, para ampliar las facultades propias de los conocimientos espirituales para poder servir a la comunidad en mayor medida. Al consumo le precedían severos ejercicios de purificación y preparaciones, que eran transmitidos y acompañados por guías espirituales. Las facultades así adquiridas, ayudaba al discípulo aprendiz de los misterios, aprovechar el efecto de la droga para el bien de la comunidad, sin perderse dentro de la misma.
Si el consumo de drogas desde los años de la década del sesenta de este siglo a nivel mundial se ha convertido en un problema cultural central, es por la razón, de que se ha constituido en algo normal, utilizar las drogas profanamente y sin protección y porque su uso se ha alejado de todo acto ritual o religioso. Los consumidores actuales a menudo son impulsados por intenciones egoístas, quieren experimentar algo, solo para si mismos y no tienen la capacidad de conducirse en el estado de estar sometido al estupefaciente y elaborar lo vivenciado. El efecto de las drogas amplificadoras de la conciencia sobre el hombre de la actualidad es completamente diferente, porque al usar drogas, se borra su despierta conciencia del yo, que desaparece sin orientación dentro del vértigo de las vivencias.
¿QUÉ ES LA MANIA?
En términos generales, la manía puede ser definida como deseo dominante, creciente, para desplazar conflictos de múltiples índoles, mediante el estimulo exterior, reemplazando aquello, que de otro modo solamente podría ser solucionado mediante el conciente esfuerzo propio. Esa definición pone en evidencia una tendencia general, que por cierto conocemos por nosotros mismos. El diario consumo televisivo, la golosina, siempre a mano, el permanente contacto telefónico, el diario consumo alcohólico, pueden conducir a un comportamiento que clama por MAS y MAS. Puesto, que el ansia de vivenciarse a sí mismo, a menudo ya no puede ser satisfecho suficientemente a través de un conciente encuentro con el mundo. Una sociedad, en la cual la perdida de relación y el enajenamiento se conforman en vivencias claves de niños y jóvenes; una sociedad, que no satisface la añoranza de esos niños y jóvenes con respecto a amparo y relación humana, de modo tal, que se valen de agentes sustitutos; una sociedad de esas características esta llamada a implementar una prevención, a la altura de ese fenómeno.
En la actualidad, es casi imposible proteger a nuestros niños de todo contacto con agentes maniacos, de adicción. La nicotina y el alcohol, por ejemplo, les son ofrecidos por doquier, sin mediar propaganda alguna. Hasta haschisch hace su entrada no pocas veces ya en sexto o séptimo grado. Existen padres, que justifican ese consumo con la acotación, que también ellos han hecho esas experiencias en su juventud y que en definitiva no les ha causado daño alguno. Pero, tampoco una así llamada buena educación, en la cual se evita todo contacto con el niño, no puede garantizar el no-consumo de drogas en todos los casos. Cuan imposible es, muestran las diferentes causas para la entrada al consumo de drogas. Al lado de jóvenes, que a pesar de una carencia de dedicación pedagógica no caen en la droga, existen ciertamente aquellos, que a pesar de una cuidadosa educación plena de sentido, consumen drogas.
CAPACITAR PARA CONFRONTARSE CON LA DROGA
La meta de nuestros esfuerzos pedagógicos con respecto al consumo de drogas solo puede ser, que nuestros niños y jóvenes, sobre la base de autenticas vivencias humanas y orientación espiritual desarrollen la facultad de poder diferenciar entre la apariencia y la realidad. Aun, cuando puede tener lugar un encuentro con la droga, se darán cuenta entonces de que se trata de efectos de coacción determinados desde afuera, que ellos mismos no pueden manejar. Cuando esas experiencias luego despiertan el deseo de tomar el desarrollo en las propias manos, entonces, la pedagogía ha cumplido con su misión decisiva.
Para poder lograr esto, como educadores y frente a los seres humanos en evolución en la actualidad, tenemos que formularnos preguntas tales como:
- ¿Estamos configurando la vida de nuestros niños de manera tal, que puedan desarrollar una relación indestructible hacia la facultad perceptiva propia, de modo tal, que puedan resistirse frente a cualquier tentación posterior, sin caer dentro de mundos ilusorios (televisión, Internet, juegos de computación, etc.)?
- ¿Les brindamos la posibilidad a nuestros niños de estar activos creativamente, dentro de entorno apropiado a la imitación, dentro del cual se sienten amparados, guiados y conducidos?
- ¿Mantenemos y cultivamos suficientemente los espacios de la libre fantasía, por ejemplo, mediante la correspondiente configuración de la habitación del niño, mediante un juguete no prefabricado, sino estimulante para la fantasía?
- ¿Despertamos con nuestro entusiasmo en los niños el amor hacia otras personas y hacia el mundo, a partir del cual pueden desarrollar fuerzas necesarias para el dominio sobre sí mismo?
- ¿A partir de nuestros esfuerzos por llegar a la verdad, a partir de nuestro entusiasmo al actuar, los jóvenes pueden desarrollar una confianza en la vida, que les otorga perspectivas para el futuro?
- ¿Cómo respondemos a las preguntas de los jóvenes con respecto a la muerte, a la vida después de la muerte y la ampliación de la conciencia?
- ¿Cómo nos situamos nosotros mismos, como padres y educadores, frente a las preguntas que caracterizan nuestra época?
Con que autocrítica y veracidad nos conducimos, cuando mantenemos con un joven, por ejemplo, el siguiente dialogo:
- “¡ Arruinas tu salud mediante las drogas!”y la respuesta es: “¿Y tu acaso haces otra cosa, matándote trabajando, siempre a los apurones, con tu alcohol y tus cigarrillos?”
- “Tu mundo de las drogas es irreal”, respuesta: “ ¿Acaso tu mundo laboral es mas real? ¿Dónde estas viviéndote a ti mismo realmente?
- “¡Te estas aislando de todas las personas que te rodean, con tu consumo de drogas!”, respuesta: “ ¿Con quien estas con-viviendo tu realmente? ¿Acaso, sabes quien soy yo, quien eres tu? Tu mirada tampoco va mas allá de ti mismo”
- “Tienes que preguntarte, que quieres hacer con tu vida. ¿Qué meta estas buscando? De ninguna manera, las drogas pueden brindarte la respuesta definitiva.” A lo que el joven responde: “No lo sé. Pero, de todas maneras sé, que quiero tener mayor diversión en la vida que tu.”
AUTOEDUCACION Y AUTOPREVENCION
Una prevención de la droga que cobra sentido, no tendrá que tener como única meta, evitar el encuentro con la manía, sino que sobre todo tendrá que intentar de fortalecer al joven interiormente de modo tal, que pueda resistir un encuentro con la droga.
Medidas en esa dirección son efectivas tan solo, cuando a su vez en el adulto tiene lugar un proceso de auto-educación. Al respecto, estamos llamados a descubrir con autocrítica nuestra propia parte en la búsqueda. Toda prevención de la droga, comienza con la auto educación, solo entonces se sitúa sobre un fundamento sólido. Ya al comienzo de este siglo, Rudolf Steiner ha señalado a la auto educación y la auto formación como condición previa para poder ser un buen pedagogo, un buen educador.
En el libro “¿Cómo obtener conocimientos de los mudos superiores?”, Rudolf Steiner describe un camino de formación de varias etapas, que conforma una ayuda para la superación de las cuatro separaciones antes descritas. La prevención sin la auto educación se reduce a una mera receta, se conforma en mero programa y con ello se torna no efectiva. Significa una liberación de las “abrazaderas” y opresiones de la época actual, si tomamos en cuenta, que en definitiva solamente la auto educación de cada persona dedicada a educar, posibilita una prevención efectiva en los niños y los jóvenes. A cada instante, el adulto puede comenzar con la auto educación, es menester tan solo la voluntad respectiva. Para el desarrollo de esa libertad interior y creciente independencia, Rudolf Steiner enumera varias condiciones: En la primera condición se trata de fomentar las fuerzas salutíferas físicas y espirituales. Eso significa, que tenemos que esforzarnos a entrar a una correcta relación del deber y el trabajo cumplido y el necesario relajamiento, el “espirar”. Tenemos que aprender a gozar correctamente: gozo, como fuente de energia para el trabajo, no como finalidad en sí mismo. Se trata, de que el cuerpo y el alma inhalen y exhalen en correcta medida. De esta manera, podrá ser superada, la separación de lo corporal propio, podrán ser superadas también, las condiciones enfermantes del mundo que nos rodea. En una segunda condición se trata, de que nos relacionemos concientemente con aquello, que acontece a nuestro alrededor, y lo que acontece con nosotros y de que nos entendamos, en medida cada vez mayor, como miembro de la vida social que nos rodea. Esto equivale a que cada encuentro con otra persona, cada conflicto, constituye un desafío, a partir del cual se puede aprender algo, desarrollándose.
Una tercera condición parte del hecho, de que los pensamientos son realidades, al igual que los sentimientos y los actos. Tomar la responsabilidad a ese respecto, nos torna mas despiertos con respecto a las demás personas y nuestra relación hacia las mismas. Con esa ejercitación, podemos intentar de configurar las relaciones hacia los demás de un modo cada vez más conciente y más responsable. Esto involucra a su vez, de que nos concedamos debilidades, así como se las concedamos a los demás, en las cuales podamos trabajar, cada uno por su lado.
La cuarta condición es, que cobremos independencia de reconocimientos exteriores, de que nos vigoricemos interiormente, actuando en medida cada vez mayor a partir de la conciencia, de que aquello que hacemos en ese momento, no podría ser realizado mejor; de esa manera, nos independizamos de elogio y desaprobación, aprendiendo así, a descansar en nosotros mismos.
Estas condiciones señalan un camino para el adulto, para superar las cuatro separaciones mencionadas, los cuatro planos de la pérdida de las relaciones.
Queda en evidencia así, de que toda educación preventiva, en primer termino es una pregunta que se nos formula a nosotros mismos y a nuestras convicciones interiores, con las cuales realizamos nuestro encuentro con los demás. En esa cualidad del encuentro, yace la clave propiamente dicha de toda prevención. La prevención esta sujeta al logro de un clima soportable espiritual-anímico en el hogar, en el jardín de infantes y en las escuelas. Al respecto, la prevención también coloca en el centro del esfuerzo la sensación del niño: ¡me aceptan como niño, como joven, tal como soy! Aquí, estoy arraigado, aquí, puedo aprender algo, poseo relaciones humanas portantes hacia mis padres, mis amigos, educadores y maestros.
A esa cualidad de los encuentros le corresponde asimismo, la voluntad de aprender y de seguir evolucionando. Mientras que en los hogares, jardines de infante y escuelas el clima interhumano es determinado por el miedo subyacente, el miedo de cometer un error y el miedo de la perdida de relación, miedo del repentino quite del amor, el miedo de expectativas de un rendimiento demasiado elevado, todo el hablar acerca de la prevención de adicción, solo será mera cosmética. Se lo podrá resumir de la siguiente manera: Todo consumo de droga, documenta la carencia de una autentica cualidad del encuentro humano. Las drogas son una presentación engañosa, una satisfacción sustituta, fatal.
Por lo tanto, la prevención de las drogas no puede significar aportar a los niños y a los jóvenes, desde afuera, ofrecimientos bien intencionados, sino, que se trata del intento de realizar, asistencia de vida y orientación de vida, sobre la base y sobre las condiciones de una relación plena de amor y plena de sentido.