1. Dadle desde la infancia cuanto desee. (No le diga nunca «no» a cuanto pida y exija). Así crecerá convencido de que el mundo entero le debe todo. (Y que al decirle que «si» a todo es la peor manera de transmitirle que la vida más pronto o más tarde, le va a decir «no» a muchas cosas. Y no lo soportará).
2. Reid si dice una tontería, así creerá que es muy gracioso. (De este modo siempre se vera protagonista y centro de los demás y cuando la vida le haga ver que eso no es así, se enfrentara contra todo y contra todos).
3. No le deis formación espiritual. Ya la cogerá cuando sea mayor (aunque la formación de un esquema de valores tiene un momento dentro del desarrollo evolutivo que, sí es depreciado, puede ser que no llegue nunca más).
4. Nunca le digáis » esto está mal». Podrá adquirir complejos de culpabilidad y, más tarde, cuando por ejemplo, sea detenido por algún robo, estará convencido de que la sociedad es la que le persigue.
5. Recoged todo lo que él tire por el suelo. Así creerá que los demás están a su servicio. (Cuando llegue a convencerse de que padres, hermanos o personas que ayuden en casa están a su entera disposición, habréis logrado poner las bases para construir un pequeño déspota).
6. Dejadle leer todo. Limpiad con detergente la vajilla en la que come, pero dejad que su espíritu se recree en cualquier torpeza.
7. Discutid siempre delante de él, Así se irá acostumbrando y, cuando la familia está ya destrozada, no se dará cuenta.
8. Dadle todo el dinero que pida, no sea que sospeche que para disponer del mismo se debe trabajar. (Para «tranquilizaros» en este punto pensad que vosotros pasasteis muchas privaciones y vuestro hijo no tiene por qué aceptar «limites» en cuanto necesita).
9. Que todos sus deseos están satisfechos: comer, beber, divertirse. De este modo resultará un frustrado.
lO. Dadle siempre la razón: los profesores, la gente, la ley…. la tiene tomada con el muchacho.
Y vuestro hijo será ya un delincuente, proclamareis que nunca pudisteis con él».