
En estos días nuestros profesores se incorporan a la escuela, para algunos es la primera vez, con gran ilusión se incorporan a su nuevo trabajo, para otros les gustaría que fuera la última, llegan cansados, sin motivación, arrastrados por la rutina.
En estos días los padres llevan a sus hijos a la escuela, para algunos es la primera vez, van con cierta expectación, para otros es una rutina implementada hace años. Unos padres dejan a sus hijos tranquilos, otros desconfiados, otros resignados, otros preocupados, otros culpabilizados por no saber hacer otra cosa.
ES UN MOMENTO DELICADO
Para mí el primer día de colegio como alumna fue triste, esperé a que mi madre se fuera para soltar el río de lágrimas que mantenía dormidas en mi interior.
Mi primer día como maestra, fue más alegre, pero me invadía la responsabilidad, la ternura por las criaturitas (algunas apenas tenían 2 años), la ilusión por cumplir una vocación mantenía las lágrimas dormidas en mi interior
Mi primer día como madre, este fue el más fácil, mi hijo deseaba ir a la escuela y tenía muchas ganas de conocer a su maestra y a sus compañeros. Sin embargo a mi me invadía la emoción, por su felicidad y por el pellizco de miedo que sentía en el estomago, era la primera vez que le dejaba con desconocidos.
También mantenía las lágrimas dormidas en mi interior.
ES UN RITO DE PASO
Un umbral que todos hemos pasado, que nos ha hecho más fuertes, mas valerosos, con mas conocimiento o quizá mas insolentes, cínicos y desconfiados.
Rito que será difícil de flanquear, cuanto más grande sea la SENSIBILIDAD.
La rigidez secuestra las emociones, hace que las LÁGRIMAS permanezcan DORMIDAS.
Que grandes verdades Marisa y que gran sensibilidad para expresarlas.
Gracias. Tus palabras siempre son geniales.
gracias amiga
Que bonito y lleno de amor, gracias por compsrtir
Muchas gracias!!!!
Que grandes verdades, Marisa. Afortunadamente la ausencia de rigidez me ayuda a soltar ríos de lágrimas. Gracias a ello vivo. Sabias palabras.
Un abrazo
Gracias Yolanda,
Precioso, Marisa. Las emociones y lágrimas de esos primeros días de escuela quedan por siempre en la memoria. Sin rigidez y con mucho amor esas emociones salen y se convierten en ternura, aprendemos a vivir. Gracias! Un beso.
GRACIAS iNMA!!!
Y cuando me siento idiota por desear que el primer día de colegio se haga con música clásica por altavoces y con un poco de yoga y dinámicas de grupo para convertir el ambiente estrés en llevadero…
Cuando mi declaración de intenciones es poner el contador a cero y olvidar mis lágrimas tsunami cada año escolar porque mis hijos no tienen que vivir mi experiencia.
Cuando me siento apenada por sentir que la Institución me los roba para resetear sus mentes soñadoras e imaginativas.
Cuando me siento sola en esta amalgama de pensamientos y sentimientos que si expreso recibo miradas de “como las vacas al tren”, te leo.
Y entonces PAS PAS PAS, persona altamente sensible, no PASa nada.
Gracias Marisa
gracias IciaR!!!!
Gracias Marisa, bonita manera de contarlo….
GRACIAS AMIGA!!!
Gracias Marisa, asi tal cual lo espones, pelin arriba, pelin abajo. Solo hay un cosa que cuando pequeña, mis lagrimas salian como fuentes, luego conforme me hacia adulta, mi hijo iba encantado, y yo sentia ese pellizco de la primera vez. Yo era una niña alegra, sensible y rebelde, necesita un poco de atencion y no la habia y lloraba durante mucho rato, no me hacian ni caso. Pensaron que si me domaban, seria mas comodo para ellos, y ahi es donde las lagrimas dejaron de salir, se quedaron hechas una pelota, que a veces no me dejaba tragar.
AMIGA!!!
que no te secuestren las emociones!!!
fuerza
Hola Marisa ha sido bonito recordar estás experiencias a través de tus palabras, de verdad, y muy útil para reflexionar sobre las experiencias actuales de mi y mis hijos. Gracias. Un abrazo.
gracias, gracias, gracias…