CÓMO SIGUIERON LOS REYES LA ESTRELLA
Los tres Reyes Magos se pusieron en camino, la nueva estrella solar les guiaba y a su paso se disolvía la bruma gris alrededor de la tierra.
Sólo una vez los reyes perdieron la estrella. Ya no sabían que camino seguir ara encontrar al Hijo de Dios. Eso ocurrió en Jerusalén, la gran ciudad donde vivía el malvado rey Herodes. Era enemigo de Dios. Por eso la bruma a su alrededor era especialmente densa. Sin la guía de la estrella entraron Melchor, Gaspar y Baltasar en la cuidad para preguntar por el Rey Dios. El rey Herodes no sabía nada de Él, pero en la cuidad había un templo sagrado con sus sacerdotes. Ellos guardaban un libro de tiempos antiguos. En él estaba escrito, en escritura estelar, lo que había de ocurrir en la tierra. El rey malo hizo llamar a los sacerdotes con el libro sagrado y pudieron leer ante los Tres Reyes Magos que el Niño Dios iba a nacer en Belén. ¡Que alegría, ya sabían de nuevo hacia donde dirigir sus pasos! Y salieron de la ciudad camino de Belén.
Tan pronto dejaron Jerusalén, la estrella volvió a brillar en el cielo y les guió a Belén, donde les esperaban José, María y el Niño Santo, se arrodillaron ante Él y le entregaron sus regalos: oro, incienso y mirra. Dieron las gracias al Hijo de Dios por haber traído al mundo el amor celestial, la verdad pura y la voluntad divina y prometieron confiar siempre en Él.
Desde entonces todos los hombres que dan las gracias a Dios y confían en Él ayudan para que las tinieblas que nos separan del mundo divino y sus espíritus auxilares, retrocedan continuamente.
Los tres Reyes Magos la estrella veían.
Siguiéndola iban con gran alegría.
Allí donde brilla la gente se quiere,
Se llevan ayuda y ofrecen bienes.
La paz navideña se hace en la Tierra
Brillando en el cielo la luz de la estrella.